Llevar a los clientes a su domicilio también es esencialmente peligroso. El consumo compartido de drogas para la estimulación sexual también es algo muy generalizado y entraña el riesgo de que, a la postre, no se utilice el preservativo a pesar de que se tenga una mayor conciencia del riesgo. Muchos prostitutos solo buscan a veces una fuente de ingresos, no se consideran trabajadores sexuales y apenas se profesionalizan. Además, en la mayoría de los casos trabajan ilegalmente (zona restringida) y, por precaución, no se identifican abiertamente como prostitutos. Por todos estos motivos, la labor de divulgación requiere mucha sensibilidad. Sin embargo, dicha labor es tanto más importante cuanto que este grupo objetivo también está menos informado sobre la oferta de servicios de apoyo.